viernes, 27 de septiembre de 2013

Basura de la alta sociedad



Los vecinos autoconvocados contra la CEAMSE de Gonzalez Catán organizan una medida de fuerza en denuncia de la contaminación generada por el relleno sanitario. Primera nota sobre la problemática de la basura urbana y su impacto en la calidad de vida.

La Coordinadora Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE) recibe los residuos de los dos millones de habitantes del partido de La Matanza y de generadores privados de provincia y Capital Federal desde el año 1979. Es, desde ese entonces, un foco de contaminación mas allá de las reiteradas promesas hechas por la municipalidad de cerrar el predio y dar tratamiento al problema generado en el medio ambiente, la ultima realizada por Fernando Espinoza en 2008.
El relleno sanitario esta colapsado y es la principal fuente de contaminación de aire, suelo, aguas fluviales y de subsuelo, ya que se encuentra ubicado en terrenos fiscales bajos que alimentan uno de los afluentes más importante de la cuenca Matanza-Riachuelo. Alli se vierten sin tratamiento previo líquidos lixiviados, que según la propia página de la CEAMSE son filtraciones de los residuos dispuestos con carga bacteriológica y química nociva para la salud
La CEAMSE no es solo una fuente de problemáticas ambientales que ha impactado en la salud de la población aumentando los casos de cáncer, leucemia, lupus y problemas respiratorios, situación que llevó a los vecinos a realizar denuncias penales contra la empresa, sino que también la modalidad de tratamiento del los residuos urbanos implica un gasto de millones de pesos por año para el municipio. Según la caja de Obras Públicas de La Matanza, en el año 2012 solo la recolección de la basura demandó 185 millones de pesos, los cuales equivalen al 15% del prepuesto total que fue aprobado para ese ejercicio.
A su vez, el Estado municipal le paga a la empresa alrededor de 50 dólares por tonelada de basura enterrada, generando solo en el partido un gasto de 36 millones por año. Si a esto se le suma lo generado en los rellenos de Ensenada (1500 toneladas diarias) y San Martin (13 mil toneladas diarias), la ganancia de la empresa asciende a 297 millones por año.
Ante este panorama, los vecinos de diversos barrios de la zona vienen reclamando el cierre del relleno sanitario y el tratamiento alternativo de los residuos desde hace diez años. Es así que realizarán durante todo este fin de semana un bloqueo en las puertas de la CEAMSE como medida de fuerza para presionar a la municipalidad. Se realizará también una movilización el día viernes y se marchara hasta el predio, donde se llevarán a cabo jornadas culturales con bandas, radio abierta y un acampe que se sostendrá hasta el lunes.
Con este tipo de movilizaciones los vecinos lograron, en el año 2008, que la CEAMSE reciba los residuos de hogar solo de La Matanza, ya que previamente recibía la basura de Lomas de Zamora, Quilmes, Morón, Merlo, Esteban Echeverria, Ezeiza, Presidente Perón y Capital Federal.
Hugo, uno de los vecinos referentes de la asamblea, conversó con Marcha y explicó el por qué de estas medidas
“El bloqueo es porque no aceptamos el entierro de la basura, que es un sistema obsoleto que esta colapsado. Ya no hay espacio físico para enterrar la basura, lo que se necesita es un tratamiento alternativo, separación en origen y recolección diferenciada”, afirmó y agregó: “Hay una estructura económica montada alrededor de la basura. Los militares hicieron un acuerdo de tercerización de la gestión de los rellenos sanitarios a partir del cual la empresa detrás del negocio de la CEAMSE es SYUSA, una empresa subsidiaria de Techint, que a su vez tiene el proyecto de avanzar sobre la costa del Rio de la Plata para emprendimientos inmobiliarios”.

No al CARE

El Centro Ambiental de Recomposición Energética (CARE), es la propuesta presentada como superación de la CEAMSE y se trata, en palabras del municipio, de una “megaplanta de clasificación manual y mecánica donde se recepcionarán, separarán y clasificarán todos los residuos de La Matanza con el fin de recuperar todos los materiales que puedan reutilizarse o que puedan ser reintegrados a la cadena de valores”, a la vez que se obtendrá de los materiales clasificados “combustible solido recuperado que podrá utilizarse para sustituir el gas en instalaciones industriales que se encuentren adaptadas a tal fin”.
Sin embargo, este proyecto llevado adelante en conjunto por el gobierno municipal y el gobierno nacional a través del Ministerio de Planificación Federal de Inversión Pública y Servicios, la Secretaría de Energía y ENARSA, utilizará la incineración de residuos para generar energía, técnica que se encuentra prohibida en varios países el mundo y, al ratificarse en el año 2005 el Convenio de Estocolmo sobre “compuestos orgánicos persistentes”, también en el nuestro.
La ley N° 13.592 de la Provincia de Buenos Aires para reducción y tratamiento de residuos sólidos urbanos (RSU) establece en su articulo número tercero que los municipios son responsables de los residuos generados en su territorio y que deben por tanto garantizar una adecuada gestión de los mismos. A la vez, exige la reducción gradual de la cantidad de basura enviada a rellenos sanitarios y el aprovechamiento económico de la misma, tendiendo a la generación de empleo en condiciones de optima salubridad.
La ley marca como objetivos de la política ambiental en materia de RSU la incorporación paulatina de la separación en origen y la creación y articulación de circuitos de reciclado.
Sin embargo, la información pública sobre el proyecto del CARE solo establece conceptos generales que abren la posibilidad de la adopción de tecnologías riesgosas tanto para la salud como para el medio ambiente.
En primer lugar la energía producida a través de la incineración no es energía “limpia”, ya que emite sustancias liquidas, gaseosas y sólidas a las que se trasladan los compuestos tóxicos de los residuos que impactan en el medio ambiente. A su vez, la energía conseguida de dicho proceso no puede ser considerada energía renovable puesto que los residuos, al tratarse de descartes de productos fabricados con recursos naturales agotables, no lo son.
En segundo lugar, la implementación del CARE no llevará al cierre del relleno sanitario porque este tipo de plantas solo recupera un porcentaje de los RSU, mientras que el resto debe ser enterrado o incinerado.
Como alternativa, los vecinos proponen un resarcimiento histórico que se traduzca en la infraestructura necesaria para el tratamiento de la basura, debiendo la CEAMSE aportar las instalaciones necesarias. A su vez proponen la instalación de plantas de reciclado, corredores verdes en los cursos de agua, un vivero vecinal para campañas de arborización y revalorización de las especies autóctonas que instale la importancia de la biodiversidad y el tratamiento y saneamiento de las aguas.

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