jueves, 2 de septiembre de 2010

Socorro

Emergencia, vehículo identificado con la cruz roja, sirena a todo volumen, luces encendidas, autos apartados en la carretera abriendo paso para el tránsito libre.
Clara mañana de mayo del 2008 en el municipio San Cristobal, en Táchira, Venezuela. Transeúntes detenidos ante el bullicio. Receso instantáneo de una actividad, ojos interrogadores hacia una catástrofe ocurrida.
Dentro, una paciente se traslada desde el quirófano del centro Antituberculosos de San Cristobal para uno en Santa Ana. Padece una hernia estrangulada. La acompañan dos médicos cubanos que ya le canalizaron la vena y la preparan para una intervención rápida.
Llegada a Santa Ana, condiciones creadas para recibir a un enfermo grave, se obvian los documentos burocráticos de hospitalización. Sólo media la historia clínica.
Cirujana cubana atenta a la paciente. Pasillo recorrido con el empuje de una camilla a toda velocidad, puertas abiertas del salón, enferma cargada a conteo de tres y acostada en la fría mesa quirúrgica. Equipo listo para hacer la incisión.
Paciente convaleciente, con abdomen suturado. Palabras de aliento con acento caribeño.
--Tuvimos que traerte para acá porque el salón quirúrgico nuestro está en reparaciones. Debemos partir hacia allá.
Afirmación con la cabeza de una paciente con suero en las venas y levín por el conducto de la nariz.
Una vez más ambulancia que se desplaza. Médico atendiendo la presión arterial y frecuencia cardíaca en un monitor equipado dentro del auto. Bulbo con efedrina preparado para una caída rápida de los niveles de tensión.
Manipulación en la hidratación endovenosa, lo cual estimula el control de la presión arterial de una paciente soñolienta bajo los efectos de los medicamentos.
Llegada al centro asistencial sin mucho contratiempo. Silencio en la sala de cuidados intensivos. Vigilancia atenta del resto del personal.
Paciente fuera de peligro. Calcula el precio de la atención médica y es la primera vez en su vida de 40 años que la recibe de forma gratuita. Cuando estuvo de alta una frase dijo a su doctora.
--Gracias Cuba, por existir.

Nuria Barbosa León, periodista de Radio Progreso y Radio Habana Cuba

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