lunes, 7 de octubre de 2019

¿Por qué se levantó el paro de pilotos?



Pablo Biró, de APLA, en el departamento de Alberto Fernández

Crónica de una entrega anunciada

El levantamiento inconsulto del paro de pilotos de Aerolíneas y Austral por parte de las burocracias de APLA y UALA, alegando que después de meses el gobierno hará al menos una propuesta, anticipa el contenido del pacto social que se ha transformado en eje de la política de Alberto Fernández.
La medida había sido tomada frente a la presión de las bases de los trabajadores aeronáuticos, que vienen de un paro indefinido de dos semanas en el Call Center de Aerolíneas -ahora en conciliación- y de luchas exitosas surgidas de las asambleas de controladores aéreos. Pero finalmente prevaleció la subordinación de la burocracia que conduce los sindicatos al llamado al orden del kirchnerismo.
Es que con el trillado argumento de no perjudicar a los usuarios, Fernández atacó la medida de los pilotos y apretó en público a los gremios en dos oportunidades. Hasta último momento los sindicatos habían ratificado la convocatoria al paro, pero la burocracia no fue capaz de sostenerlo ni siquiera cuando estamos ante un macrismo en caída libre. Las declaraciones iniciales de Pablo Biró, secretario general de APLA, afirmando una supuesta independencia de Fernández, se derrumbó una vez que visitó al candidato en Puerto Madero y luego anunció el levantamiento del paro.
Ya frente a la primera apretada, la Agrupación La Pista difundió un comunicado repudiando “la intromisión del candidato Fernández en la decisión de los pilotos de salir a defender el salario”, alertaba contra “la segura subordinación de la burocracia aeronáutica a esta bajada de línea" y llamó a realizar asambleas para ratificar el paro. Era la conclusión lógica de la tregua que sostiene desde noviembre, mientras se desarrolló una feroz ofensiva del gobierno contra los salarios y los convenios colectivos.
En estos once meses de pasividad el gobierno avanzó en la militarizaron de las tareas de rampa con la Policía de Seguridad Aeroportuaria, la autorización de la creación de un sindicato de empresa en Flybondi y ahora en LATAM, se firmó un acuerdo de cielos abiertos con Estados Unidos, quebraron Andes y Avian ocasionando despidos y el pago en cuotas los salarios. Ni siquiera el gremio APA (enrolado en la CTA) dispuso un paro en apoyo al conflicto en el Call Center de Aerolíneas contra la tercerización de sectores, y hasta patotearon a nuestra agrupación cuando distribuyó un volante reclamando esa medida.
Adelantándose a la unidad entre la CGT y la CTA, los Sindicatos Aeronáuticos Unidos han servido desde su creación para bloquear cualquier iniciativa por abajo en ningún gremio, en nombre de "no romper la unidad". Fue solo como reacción a la presión de las bases y con el objetivo de aislar la combatividad de los pilotos que se había convocado al paro este fin de semana por parte de dos sindicatos, que de realizarse hubiese significado una fractura en el accionar de los gremios que en Aerolíneas tienen una única paritaria salarial.
Los trabajadores aeronáuticos deben intervenir exigiendo asambleas que voten un paro general de 36 horas de toda la actividad, con movilización al Ministerio de Transporte. Las luchas por abajo están creciendo y se abrirán camino como resultado de la organización independiente del activismo antipatronal.

Prensa Obrera

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